martes, enero 19, 2016

El Gringo, La Reina y el Narco



En un mundo de inmediatez de la información, la fuga de uno de los narcotraficantes más notorios del mundo (probablemente desde Pablo Escobar Gaviria) quedó en el anecdotario. Incluso la noticia que buscaba lavarle la cara al Gobierno Mexicano y su Presidente Enrique Peña Nieto (quien quiso capitalizarla a su favor) se volvió una nota gris, porque lo grueso y colorido vino después. El Show business le arruinó el momento a Peña Nieto.

Pocas horas después del arresto de El Chapo,  la revista "Rolling Stone" publica un artículo escrito por Sean Penn sobre el encuentro de estas dos "celebridades" en algún lugar de México.  Por los detalles que proporciona Penn, la facilitadora del encuentro fue la actriz de telenovelas Kate del Castillo.

Mi primera impresión luego de la publicación en Rolling Stone, horas después de la captura del notorio narcotraficante, fue que Penn entendió que su nombre estaría asociado al de El Chapo y no tuvo más remedio que huir hacia adelante divulgando el artículo. Ya las autoridades mexicanas habían adelantado algo que seguramente encendieron más alarmas, al afirmar que los contactos entre El Chapo y personajes del mundo del espectáculo para una película de la vida del capo de la droga, habían facilitado la captura.

Ante tanta buena publicidad, me dispuse a leer el artículo de Penn para ver de qué se trataba, que cosas nos revelaría. Sin embargo, la decepción vino de inmediato. El anunciado artículo resultó ser lo que llamábamos en la Universidad, un verdadero Ladrillo, esto es un texto realmente difícil de digerir.

Lo primero que hace Penn (además de disculparse por su analfabetismo tecnológico) fue hacer los paralelismos entre su vida y la de El Chapo. De adolescentes uno surfeando en las playas  de Malibú. El otro cosechando Marihuana en las montañas de Sinaloa. De ahí hasta el día de hoy en que se convierte en el narcotraficante más importante, superando a Pablo Escobar Gaviria, según afirma Penn en su crónica.

El Chapo, según Penn, es casi un mito: Un asesino que no tolera errores (los elimina con un balazo en la cabeza) y un benefactor pues les provee de los servicios  (alimentos, transporte, médicos) que escasean en esa empobrecida comunidad. Sus escapes lo han convertido en una figura arraigada en el folklore mexicano. Pero lo realmente relevante de todas estas alabanzas, es que lo reconoce como uno de los dos Presidentes de México.

Penn sabe de sus crímenes, conoce del asesinato periodistas , de las decapitaciones. Tímidamente trata de condenarlos, pero a la final reconoce que El Chapo es ante todo un Hombre de Negocios (El Chapo is a businessman first), quien solo usa la violencia cuando le proporciona alguna ventaja. (Y esto es lo que más le puede atraer a un hombre megalómano como El Chapo: ser considerado un hombre de negocios un hombre poderoso, pues no en vano la revista Forbes lo iguala mediáticamente con el Papa, Barack Obama, Bill Gates y Vladimir Putin, entre otros.)

Ya a este punto, uno se puede inferir lo que va pasando por la mente de Penn, porque vale la pena tener muy en cuenta que el artículo, según dice su autor, debía ser aprobado por el interesado (o sea, El Chapo)  antes de su publicación. ¡Ah Claro! Y hay un potencial proyecto cinematográfico Se entiende bien entonces por qué Penn es tan indulgente con el capo: Business First!!!. Un personaje con delirios de grandeza como El Chapo, puede perdonar que le digan que ha matado a unos cuantos en su carrera, pero que un representante del mundo del espectáculo lo llame Presidente y Empresario y que su vida bien vale una película Holywoodense, pues eso en música (¿otro Narcocorrido?) para sus oídos.

En varios puntos se le puede dar cierto crédito a Penn: la producción de droga tiene una lógica irrebatible, está sujeta a las leyes del mercado, donde hay unos consumidores dispuestos a comprarla y una estructura (productores, distribuidores, vendedores) que la ofrecen con cierto riesgos: por un lado otros competidores (que están dispuestos a usar los mismo métodos y procedimientos de El Chapo) y por otro las autoridades de Estados Unidos y México, que quieren eliminar o al menos limitar ese comercio. Igualmente en que la criminalización del consumidor adicto es también un problema grave. Que la lucha contra el tráfico y consumo de drogas no ha dado resultados efectivos.
En la escena entra otro personaje que le daría un beneficiaría a la historia que busca narrar Penn: la actriz mexicana (y ahora estadounidense por haber conseguido la nacionalidad) Kate del Castillo (su papel más célebre hasta el momento ha sido el de Jefa de un Cartel de Drogas).
La actriz de telenovelas en algún momento, para manifestar la poca o ninguna credibilidad que tenía del gobierno de México, escribe una carta pública (divulgado por Twitter) en la que afirma creer más en El Chapo. En el escrito le pide que no trafique con  personas y drogas, pero que lo hiciera con El Amor, porque, según sus palabra usted sabe cómo y a continuación explica lo que significa Traficar con Amor: () curas para las enfermedades, con comida para los niños de la calle, con alcohol para los asilos de ansianos que no los dejan pasar sus ultimos años haciendo lo que se les pegue la reverenda chingada, con traficar con politicos corruptos y no con mujeres y niños que terminan como esclavos? con quemar todos esos "puteros" donde la mujer no vale mas que una cajetilla de cigarros, sin oferta no hay demanda () (Sic). Estas palabras no pasaron inadvertidas por El Chapo.

La carta es también el instrumento para valorar a Kate, pues Penn, con base en esa carta, la considera una mujer valiente, sin pelos en la lengua y una voz para los que no la tienen. Por mi parte, ignoro si algo de lo que afirma Penn es cierto, pues solo supe de la existencia de la actriz a partir del escándalo que surgido por la recaptura de El Chapo. Pero lo interesante es que luego de lo que escribió por Twitter, los abogados de El Chapo la contactaron para enviarle flores en nombre de su representado. Ella nerviosamente accedió.

A partir de este momento se estable una relación entre Kate y El Chapo (que incluía mensajes de texto por celular y cartas escritas) que es difícil clasificar (¿Negocios?, ¿Amistad?). A tal punto, que frente a numerosas ofertas provenientes de Hollywood para llevar la vida del narcotraficante al cine, éste pone como condición que ese proyecto solo se lo confiaba a Kate del Castillo Y la actriz se tomo el proyecto en serio, buscando financistas y reuniéndose con los abogados de El Chapo. Incluso, ella es el puente, el enlace para que Penn pudiera acceder a El Chapo, para el artículo que quería escribir.

Si se analiza con cuidado lo escrito por Penn, primero la alaba por su valentía. Pero luego da pistas de que ella ya había establecido vínculos serios (¿Negocios?, ¿Amistad?) y que la intención de Penn era solamente un artículo para la revista Es decir, el se desentiende o no tiene nada que ver con el proyecto cinematográfico de la actriz. Además que Penn ya ha trabajado en proyectos periodísticos en el pasado, por lo que cuenta con una justificación (¿Coartada?) frente a posibles problemas legales en su país. Kate, por el contrario (y por lo expresado por Penn) ya estaba trabajando en ese proyecto y tenía un interés claro en llegar a algún tipo de acuerdo contractual con El Chapo.
El traslado para el encuentro sorprende a Penn, entre otras cosas porque en ningún momento les vendan los ojos y le atribuye esta especial concesión a la confianza que se había generado entre Kate y El Chapo. Igual sucede con el trato que le dispensa a la actriz cuando llegan al encuentro: como si fuera una hija que llega de la universidad. Penn queda fascinado con el hombre, hasta señala que posee un indiscutible carisma”…  el actor y periodista parece sentir atracción por estos hombres fuertes con características de impresentables. Sin embargo, por más que intento, no logro ver nada de carismático o algún tipo de genialidad en El Chapo, es más bien un hombre muy poco formado, de ideas muy básicas, incapaz de elaborar pensamientos más complejos que de alguna manera justifiquen que es uno de los "Hombres más poderosos del Mundo". Es un hombre primitivo.

El artículo de Penn incluye hechos y situaciones sin importancia sobre los cuales deja larga e inútil constancia, por ejemplo, cuando apenas se baja del avión que los traslada para el encuentro, Penn describe con detalle cómo fue que orinó detrás de un árbol, preocupado por la vulnerabilidad de su miembro frente a los cuchillos de los narcoso cuando cita las palabras del personaje de Scarface (Caracortada), Tony Montana. O cuando le pregunta a El Chapo cómo afectaría la situación del Medio Oriente o países con distinta cultura en sus negocios. La respuesta de El Chapo es lacónica: None. O la flatulencia de viajero (¿?) que se le a escapó a Penn cuando El Chapo lo abrazó y le reiteró que se verían en ocho días.

Ya avanzada la palabrería pesada de Penn en su artículo es que viene la justificación de por qué hasta ese momento solo ha preguntado tonterías: No tiene pluma y papel a mano, por lo que tiene que acudir a preguntas que no olvidaría (“¿Conoció a Pablo Escobar?) Porque el grueso, la artillería pesada de preguntas para acorralarlo vendría en la segunda entrevista que tendría lugar ocho días después cita que no se dio pues los Federales ya estaban  cercando a El Chapo.

El artículo de Penn se complementa con un vídeo respondiendo preguntas que previamente el propio Penn las había hecho llegar a través de Kate. El prometido encuentro se suspendió por razones de seguridad. En el cuestionario que le proveyeron, supuestamente estarían las preguntas con las que quería acorralarlo (to get him in a corner). Sin embargo, las preguntas son de una simpleza y superficialidad que hacen del video un testimonio completamente prescindible. (¿Cómo fue su infancia, tiene sueños, qué sueña?, ¿Se considera violento? etc.).

Tanto en estas preguntas como en el encuentro, no se ve el deseo de Penn de hacer preguntas difíciles. Aquí se entiende más claramente que eso no iba a ocurrir, pues como ya se sabe, el texto está sujeto a la aprobación de El Chapo. En este punto es pertinente preguntarse, ¿es eso periodismo?, es decir, ¿una entrevista planeada para complacer al entrevistado, es periodismo? Mi humilde y no calificada opinión es que lo hecho por Penn y Kate se acerca más a una pieza con finalidades entretenimiento hollywoodense, que al periodismo indagador y serio. Si lo que se buscaba era lo primero (entretenimiento), pues acertaron. Si ellos buscaban hacer periodismo pues fue un proyecto fallido y con resultados mediocres.

Jesús López Cegarra

 Ver: http://www.rollingstone.com/culture/features/el-chapo-speaks-20160109?page=5

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