miércoles, octubre 21, 2009

De "The Truman Show" a los "Reality Shows"


Cuando hace más de 10 años, "The Truman Show" llegó a la pantalla de los cines, que era difícil imaginar la influencia (nefasta, como lo veo) que esta obra tendría en la televisión norteamericana primero, y luego mundial.

Truman (representado por Jim Carrey) fue un niño adoptado (en el sentido legal, o sea, Recibido como hijo, con los requisitos y solemnidades que establecen las leyes, al que no lo es naturalmente, a decir del Diccionario de la Real Academia Española), por una corporación y su vida fue convertida en un espectáculo para las masas. Cada momento de su existencia era filmado y su vida era rodeada de actores cuyo papel era fingir que eran los amigos, compañeros, novias, esposa, de Truman. La parte creativa del programa estaba a cargo de un tal Christoff (interpretado magistralmente por Ed Harris). No había escrupulos éticos, la vida de un ser humano se transformaba en alimento contra el tedio diario.

Poco tiempo después, y en esta misma onda, Ron Howard filmaba Ed TV, película esta que termina moldeando ese formato de los "Reality Shows": cada minuto de su vida es filmado y luego se seleccionan aquellos episodios que pueden ser de gusto para el público: los grotescos, los ridículos, los graciosos. Ed claudica su libertad e intimidad, pero que inevitablente se extiende a su entorno, novia, hermanos, amigos, es decir, todos forman parte del espectáculo. (El mismísimo Michael Moore interviene en esta película y dice algo como "this is a new low point for American Culture"...palabras más que reveladoras.)

La explosión de los "Reality Shows" no es más que un empeño de ganar más con menos. ¿Para que contratar creativos que realicen una obra buena y profunda, si con una serie de ideas locas, ejecutado por desconocidos que son capaces de renunciar a todo por unos minutos de fama, llenan el espacio?. Es como si los ejecutivos de la TV dijeran: Si les gusta la basura, comerán basura, eso sí, en horario estelar...

Las corporaciones mediáticas saben como hacerlo: recogen para los "realities" aquellos que por una u otra razón pueden ser de gusto para la masa, aunque parecen tener especial predilección por aquellos sin autoestima, o quienes son capaces de conseguir lo que quieren a cualquier precio: la traición, la perfidia, el engaño y cualquier otra baja cualidad.

Los "Realities" se basan esencialmente en el deseo de unos cuantos en buscar la "notoriedad", que en ese contexto debe ser entendida en la acepción que se le da en el idioma inglés, vale decir, "generally known and talked of; especially : widely and unfavorably known" (http://www.merriam-webster.com/dictionary/notorious), lo que a fin de cuentas está haciendo mella en el derecho a la privacidad: unos pocos hacen publica sus miserias y poco a poco la sociedad ve como algo normal que la privacidad (incluso para quienes no buscan la publicidad) es algo sobre lo que cualquiera puede escarbar e intervenir, sin respetar el derecho que tenemos a una vida privada.

Recuerdo haber leído en algún sitio que en Inglaterra la TV (la BBC supongo) adaptó una novela de Graham Greene (El "Décimo Hombre", creo), y el resultado fue que un gran número de personas optaron por la calidad: es decir, un programa con un contenido que eleva el espíritu humano sí fue capaz de despertar el interés de la gente.

Algunos de estos "Realities" los he visto en un sentimiento de curiosidad científica morbosa: un rapero busca pareja, y para tal fin reunión al mayor numero de mujeres del comportamiento más maligno jamás visto. Un Rockero hace lo propio, no un año, sino dos y hasta tres. Y repito, quienes allí participan son capaces de hundirse en la mayor crapulencia. Muchos de los "expendable" son reciclados en otros programas para que continúen en ese foso.

Nosotros, como usuarios deberíamos usar la libertad de elección para renunciar a seguir viendo una televisión vacía y podrida y exigir que se eleve su calidad. En algún momento los productores deben entender que es contrario al ser humano (o al menos a los valores que todos albergamos) ese tipo de espectáculos denigrantes y que TODOS merecemos algo mejor.

PD: Probablemente el próximo "gran" paso en los Realities sea en internet... imaginen millones de personas grabando sus vidas, en espera de alguien que encuentre algo de interés...

1 comentario:

  1. No creo que vivamos el tiempo suficiente para ver a la humanidad salir de este foso intelectual (tan profundo es el hueco que ya no nos es extraño llamar “humano” a algo carente de intelecto…) es un círculo vicioso. Las estadísticas dicen que los deprimidos ven 30% más tv que los que no están deprimidos (señor, está usted deprimido?, ha!) ese es el negocio, deprímelos, hazlos adictos a su depresión y así suben sus ratings. Pero con todo y que la realidad de la brutalidad te bofetea cada vez que prendes la tele, culpan a la tecnología de la decadencia cultural! no, hijos, es justamente lo que está detrás de la tecnología lo que nos hunde… opino.

    ResponderEliminar

La Carta desgraciada

  Esa carta desgraciada Pu ño y letra De mi amada Gualberto Ibarreto El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, decide ausent...