¿Quién pensaría que cuando se publicó hace 50 años "Naked Lunch" esta novela sobreviviría los embates del tiempo y su autor William Burroughs llegaría a la avanzada edad de 83 años, y que además sería un influyente autor la literatura?.
"Naked Lunch", al igual que "Junkie" es una obra sobre lo que el mismo Burroughs llamaba "La Enfermedad", es decir, la adicción a la droga. Pero relatado de una manera cruda y sin disimulos, llevándonos por los caminos de degradación y miseria que el consumo incontrolable de droga puede llevar.
La novela no pasó bajo mesa en la sociedad norteamericana: fue llevada a juicio bajo cargos de ser "obscena". Como "testigos expertos" desfilaron Norman Mailer y Allen Ginsberg. Finalmente el Tribunal decidió sobre el mérito de la novela, es decir su valor literario trascendía a los episodio sórdidos y por tanto no violaba los códigos de obscenidad.
La obra se compone de distintos episodios inconexos, pero con un elemento común que los une: la droga y sus consecuencias. El relato pasa de las observaciones personales, a comentarios de apariencia científica (al menos para un lego en la materia) hasta las más estrafalarias situaciones, a mitad de camino entre alucinaciones paranoicas y la ciencia ficción.
Burroughs nos enseña la simpleza y a la vez compleja vida del adicto: todo su esfuerzo y tiempo es solo con un fin: conseguir la droga. La complejidad puede estar en como lograrlo y con cuáles medios: un remedio para la tos mediante un proceso puede convertirse en el ansiado elemento que permite que su sórdida vida prosiga.
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