jueves, octubre 21, 2010

El nuevo narcisismo


Puedo confesar, tal vez con cierta vergüenza, que las nuevas tecnologías, especialmente internet, los teléfonos inteligentes, los MP3, MP4, etc., me causan una extraña fascinación. Los utilizo en mi vida diaria, forman parte de mi existencia y de lo que soy. Ver tanto adminículo ejecutando funciones, comunicando a la gente en tiempo real, sin importar las distancias y las fronteras, es realmente sorprendente. ¿Cómo ha llegado el hombre a tanto. Cómo descubrió las leyes de la naturaleza que permiten todo eso. Habrá un límite?
Lejanos están los días en que para comunicarse con alguien en el extranjero, se llamaba a una “operadora”… Ignoramos si tal cargo aún existe dentro de una empresa de telecomunicaciones, pues en el presente basta que dos personas tengan una computadora, acceso a internet y unos audífonos especiales, para hablarse y verse, por el tiempo que quieran, tal y como la ciencia ficción del siglo pasado lo anticipó… y algunos de estos servicios son gratuitos.
Un sub-producto de las tecnologías de información son las llamadas “redes sociales”. Hasta hace pocos años existían un buen número de ellas. Algunas alcanzaron cierto renombre, como MySpace. Pero en la actualidad destacan dos, “Facebook” y “Twitter”.
No niego que tengo mis cuentas en cada una de ellas, con mis propios “Amigos” y “Seguidores”, según el caso. En principio entré a ellas por curiosidad, incluso mucho antes que estuvieran de moda y también caí en la trampa que le tienden a los incautos.
No obstante, por un tiempo no lograba entender bien el fin último o el uso correcto que debía dárseles. ¿Por qué la gente quería ser parte de esto?… Hasta que comprendí (o intuí, no sé) que en realidad esas redes no son más que herramientas para desplegar nuevas forma de narcisismo. Here is how it works…
La persona se adhiere a las redes, bajo condiciones que desconocen o no entienden. Dado que pertenecer a ellas no cuesta dinero, pero quienes la crearon y difundieron se dieron cuenta que podían usar del afán de protagonismos de unos cuantos para venderles cosas sin que se den cuenta.
Sin embargo, esto se realiza de una manera muy disfrazada. El asunto es que al adherirse, la lógica es buscar “amigos”. Pueden ser efectivamente tus amigos y familiares, pero luego te das cuenta que puedes buscar también a un viejo amigo, a una antigua novia, a un amor frustrado del pasado (y hasta retomar esa relación). Ellos ahora son tus “amigos”, pero en la red social… y esa red se encarga de sugerirte nuevas personas (amigos de tus amigos), con lo que, o bien invitas nuevas personas, o nuevas personas te invitan. Al final nos damos cuenta que el más impopular tiene 100 amigos… y el más popular puede contar con miles… Ah… la amistad tiene un nuevo significado en la internet…
Ahora, ¿Qué uso le están dando las personas a las redes sociales? Simple: quieren 1.- Que todos sus “amigos” sepan las cosas buenas que le están pasando. 2.- Alardear de los lugares remotos y excelentes que están conociendo. 3.- que sepan lo que está pensando en ese momento. 4.- Qué sepan planes tienen (viajes…ver 2.-). 5.- Que sepan lo que les dijo la galleta de la fortuna. (o qué entendieron de ese mensaje críptico.) 6.- Que sepan la música que escuchan (lo que puede ir desde la “Tigresa del Oriente” hasta Rachmaninov). 7.- Que sepan las fiestas a las que asisten (Aquí hay que tener cuidado, alguno puede colocar una foto en la que se ponga a alguien en evidencia…).
Esta información está allí para todos y para “perpetua memoria”, como dicen los abogados. Nos lleva a ver sólo el lado amable de nuestros amigos: que se den cuenta que son mejores de lo que imaginamos, al atiborrarnos de datos que no necesitamos, no queremos saber y que nunca logramos terminar de procesar ni entender.
¿Cuál es el fin último entonces, por qué estamos ahí?: Para engrandecer los egos, demostrando que somos más felices, que vamos a los mejores lugares, que comemos los mejores platos, con la ventaja que podemos incluir fotos y videos como evidencia. Es decir, poder mirarnos en ese espejo virtual y lucir más hermosos, en un ejercicio de narcisismo inimaginable hace tan sólo unos pocos años, cuando para ello apenas alcanzábamos un círculo muy reducido de personas.
Ahora podemos pavonearnos a mayor escala. Plagiar algo interesante y colocarlo en las redes como algo propio, en fin ser mejores, ser felices, ser únicos… y enrostrárselo a nuestros “amigos”…

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