viernes, junio 07, 2019

Venezuela: Ideas para regenerar un país fallido


I.                    Identificando quién es quién.

En este conflicto venezolano que se puede remontar a 1999, otros a 1992 y hasta 1983, dependiendo de las circunstancias que envuelven a cada uno de esos años, son muchos y complejos los factores que habría que considerar para tratar de llegar a una solución más o menos aceptable por las partes en conflicto.

Aunque parezca ocioso, hay que definir quiénes son esas partes. En principio podemos entender que por un lado está eso que llaman “Chavismo”, un movimiento político (y sus seguidores), sin una ideología definida ni estructurada, que se dice de izquierda, aunque con elementos de otras corrientes, incluyendo el fascismo.

El líder de eso que llamamos “chavismo” es el fallecido teniente coronel Hugo Chávez. Si bien Chávez reivindicaba como fundamento teórico de su movimiento las ideas de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, igual le fue añadiendo parches de otros pensamientos, sin ningún orden ni armonía. El propio Chávez acudía también al marxismo (a un marxismo digerido, porque el propio Chávez decía no haber leído a Marx) y hasta hizo suya la llamada “Tercera vía”. Después de la muerte de Chávez, la sucesión recayó sobre un personaje oscuro, desconocido, sin mucha formación, de quien siquiera se tiene certeza de su nacionalidad y cuya única carta de presentación es haber sido guardaespaldas y adlátere de Chávez: Nicolás Maduro.

A esto hay que agregarle la cúpula político-civil-militar que han gobernado durante este tiempo con el apoyo importante de las Fuerzas Armadas. En Venezuela, la experiencia lo ha demostrado, lo gobiernos se sostienen en gran medida si las FFAA le proporcionan apoyo.

Del otro lado estamos quienes nos oponemos a este modelo demostradamente fallido que ha llevado a Venezuela a un atraso económico y social no visto en los últimos. De este lado no hay una ideología o un fin claro en cuanto a lo que queremos. Por ahora lo que da cierta unidad a esa masa que pasa del 80 % de país, es que sabemos que Nicolás Maduro es un gobernante mediocre y vesánico. Pero cada sector tiene un interés particular. Los de la clase media son distintos a los de las clases populares. Adicionalmente hay un divorcio entre la clase política de oposición y los demás miembros de la sociedad. La percepción es que cada “líder” tiene su “agenda” por lo que cada cual actúa para favorecer sus intereses.

Pero en este drama no estamos solos. La “Comunidad Internacional” ha jugado y juega un papel de relevancia en lo que ha sucedido y sucede en Venezuela. Primero cuando se desentendieron de las claras manifestaciones de autoritarismo e irrespeto del Estado de Derecho. El dinero de los petrodólares funcionó (y aún funciona como reflejo condicionado) para darle apoyo al gobierno de Venezuela en el contexto mundial. Chávez buscó también apoyo de países que adversaban en primera instancia a los Estados Unidos, pero que en la intimidad están reñidos con los valores de la libertad. Se hizo amigo de déspotas y tiranos que compartían su visión y su ambición de poder.

Al apreciar estos elementos de la realidad se entiende en cierta medida las dimensiones del drama por el que atraviesa Venezuela desde hace años. Sin embargo, es necesario hacer una anatomía completa de estos factores para intentar dar una salida que no sea la desintegración del país o una guerra civil.


Jesus Lopez Cegarra

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