martes, noviembre 06, 2018

Sobre Juan Nuño (1927-1995)

De Juan Nuño, filósofo nacido en Madrid, fallecido en Caracas en 1995 recuerdo especialmente sus artículos de opinión que publicaba en el diario “El Nacional”. Tenía una capacidad bien suya de generar polémica, especialmente entre sus enemigos declarados, la izquierda política filocomunista.

Conocí al profesor Nuño en algún momento de comienzo de los años 90. Fue a Mérida a dar una charla sobre Freud, quien curiosamente estaba de moda entonces (incluso yo me leí gran parte de su obra). La charla fue en el Colegio de Médicos, creo recordar, y Nuño, quien era un crítico implacable de Freud y lo comparaba con otras doctrinas totalitarias como el “Marxismo”. Sus posiciones, como casi siempre no pasaron sin cierta polémica, y un profesor de la Universidad, tal vez exaltado por alguna bebida espirituosa, le respondió ásperamente, lo cual agregó más colorido a la charla.

Uno de mis amigos, Alirio Pérez Lo Presti, aprovechó un momento para hablar con Nuño y pedirle una entrevista para el día siguiente, lo que Nuño gustosamente aceptó. Y así fuimos el otro día a buscarlo Alirio, Daniel Márquez, mi hermana Rosanna y yo al hotel donde se alojaba, el “Caribay”. Nos fuimos a un parque que queda una cuadra más allá y nos sentamos cómodamente en algún banco. Mérida era algo bastante distinta a la de hoy en día y se podía estar en estos espacios abiertos sin mayor temor a alguna manifestación del hampa.

El profesor Nuño se le notaba algo “paranoico” pero le explicamos las bondades de la ciudad de Mérida. Era muy improbable que nos ocurriera algo, cosa que a Nuño lo sorprendió bastante, viniendo de una ciudad tan compleja como Caracas.

Lo mejor de todo fue la conversación. Discutimos de muchos temas: Freud, Kafka, el tema judío, el marxismo, Borges, la literatura, libros, etc. También hablamos de la situación de Venezuela, siempre complicada y difícil. Fue un intercambio de ideas muy agradable y enriquecedor, quisiera creer que para todos. Nuño era un buen conversador, pero era también un buen oyente. Escuchaba nuestros planteamientos e inquietudes con igual interés. Nuño, en persona era muy distinto de sus artículos de prensa, escritos bajo otras premisas y condiciones y con un tono siempre invitando a la polémica.

Lamentablemente entonces los medios para comunicarse y mantenerse en contacto eran muy limitados y no logramos mantener algún tipo de comunicación con el profesor Nuño, aunque siempre estábamos pendientes de sus artículos y sus libros. Uno de ellos fue “La Veneración de las astucias”, que incluía varios excelentes ensayos, especialmente sobre Jean Paul Sartre, Henry Miller, José Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno. Nos sorprendía por un lado su absoluta veneración a Unamuno, pero también su despiadado análisis de Ortega y su obra, y lo consideraba un buen “filósofo de café” (Creo que sus ataques a Ortega eran injustos, porque Ortega, además de ser un gran escritor, poseía una capacidad de entender la dinámica social y sacar conclusiones y predicciones muy válidas, como lo hizo en “La Rebelión de las masas”. Pero esto ya es tema de otra discusión).

Cuando los intentos de golpe de estado de 1992, Nuño mantuvo una posición muy firme contra las aventuras militares golpistas, que a la luz de la experiencia resultaron nefastas para Venezuela. Con ocasión de la postura de Nuño, mi amigo Daniel Márquez escribió una carta que fue publicada en el Diario El Nacional, titulada “Bravo Profesor Nuño”. No hay que olvidar que algunos “intelectuales” y medios de comunicación (incluyendo a El Nacional) simpatizaban con los militares golpistas.
Una de las grandes pasiones de Nuño fue el cine y lo demostró con un libro: “200 horas en la oscuridad”. Es la recopilación de crónicas escritas casi al momento de las películas que iba viendo. 


Es una buena referencia para conocer películas y tener su visión crítica y experta, pero de una forma amena. Es una obra a la que siempre se puede volver para encontrar nuevas posibilidades de lo que hay que ver y no hay que ver y disfrutar de sus comentarios y visiones del tema.

Lamentablemente el profesor Nuño murió relativamente joven. 68 años. Una vida un poco más larga no hubiera proporcionado su clara visión de lo que vendría después, y hubiéramos tenido de nuestro lado un aliado de primera en la lucha contra el primitivismo de eso que vino a partir de 1998.

Jesus Lopez Cegarra

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