miércoles, junio 29, 2011

¿De qué lado está la ilegalidad? Cárceles en Venezuela


Desde que comenzaron los terribles sucesos de la cárcel “El Rodeo”, ubicado en las afueras de Caracas, me surgen varias reflexiones sobre lo que allí sucede. Lo primero que viene a la mente es ¿Qué clase de criminales son estos, que se imponen sobre sus compañeros, los someten, les cobran por un espacio para dormir, por seguridad, que además son dueños de una temeridad que raya en la locura, pues son capaces de enfrentarse al ejército de un país y resistir por varios días?.
Sin duda, siguiendo este orden de pensamiento, son unos seres peligrosos, que no sienten respeto por la Ley, los derechos de los demás y les importa nada la sociedad y la convivencia pacífica. Además, por lo que explican las propias autoridades, estas personas (que se hacen llamar “Pran”, acrónimo para “Preso, Rematado, asesino Nato”) están fuertemente armadas (armas de guerra, incluso), y lo que es más alarmante, muchos de los crímenes que aquejan a los venezolanos... se planifican desde esas instalaciones, utilizando internet, computadoras, teléfonos inteligentes, es decir, se valen de la protección de la cárcel y de la tecnología para seguir delinquiendo.
Entonces, es claro que los Pranes son unos forajidos, que merecen el peso pleno de la Ley...
No obstante, dentro de la maraña mediática alimentada por la polarización en Venezuela, existen una serie de aspectos que desentrañamos y que no pueden ser descartados. Lo primero es ¿Armas de Guerra?, como llegan Armas de Guerra a criminales que están pagando pena por sus faltas a la sociedad. ¿Cómo es que desde ahí organizan crímenes?, ¿Cómo es que cuentan con privilegios tecnológicos vedados para la mayoría que está fuera de esos espacios?
A estas preguntas, hay que agregar otras ¿Por qué viven 4000 almas en un espacio hecho para apenas 700? No hacen falta sociólogos, criminólogos o Abogados penalistas para entender que, si bien del lado de los presos hay actuaciones que violan la Ley y merece el repudio general; no es menos patente que de parte de las instituciones del Estado existe también un grado peligroso de, como llamarlo… ilegalidad… pues es el Estado, quien actúa al margen del ordenamiento jurídico, dejando por su cuenta y riesgo a quienes, juzgados por delitos, se supone que expiaran su culpa en esos lugares abandonados por Dios y por el hombre. Ya sabemos que estos antros no sirven sino para la más terrible degradación de quienes allí entran y en cuyo entorno los condenados casi que no tienen otra opción que convertirse en peligrosos y desalmados antisociales.
El problema carcelario (y la insensibilidad de la sociedad hacia el tema) no es nuevo. Ya en el pasado se sabía de hacinamiento, violación de derechos, presos que se defendían (o atacaban, según el caso) con “chuzos”… De hecho, por muchos años el infame “Retén de Catia” fue considerado el receptáculo del mal, a tal punto que el gobierno de entonces decidió su demolición, en lo que se anunciaba como nuevos tiempos en la política carcelaria. No obstante, el problema ya crítico devino en algo más cruento e inaceptable.
De esta crisis no puede venir sino una seria reflexión sobre el tema penitenciario. La sociedad en su totalidad no puede estar al margen de las discusiones para encontrar políticas que ayuden a la prevención, que se humanicen las cárceles, que se administre la justicia de manera recta y sin demoras injustificadas.

viernes, junio 10, 2011

Vargas Llosa y las Elecciones en Perú


Apenas han pasados unos días desde la elección presidencial en Perú. Fue una carrera reñida, en la cual el señor Ollanta Humala salió victorioso, entre otras cosas, por el apoyo decidido del señor Mario Vargas Llosa y su prole.

Según el Marqués Vargas, fue una victoria contra el facismo, que a su entender, representaba la Señora Keiko Fujimori, hija del ex-presidente Fujimori.

Vargas Llosa le atribuía a la señora Keiko maldades que eran imputables a su padre (golpe de estado, corrupción, irrespeto a la democracia y a las Instituciones). Comete Vargas un error imperdonable y que va en contra de la esencia y la individualidad de cada ser humano: Aseverar que Keiko, al ser hija de Alberto, debe pensar igual que este y dará un golpe de Estado y hará desmanes.

Por su parte Humala y su hermano tienen su prontuario: golpes de estado, muerte de policías, racismo, dinero recibido del señor Chávez como ayuda a su campaña...

Se especula que Alvarito Vargas será Embajador del Perú en España, una pequeña recompensa por un inmenso favor. Mario, por su parte pide que Fujimori padre vaya a una celda común.

Espero siceramente que el Marqués (y el pueblo pueruano, al menos un 51% de él) no se hayan equivocado. Que Humala hay hecho un serio acto de contricción, que haya dejado atrás la doctrina del "Etnocacerismo".

Por cierto que esta doctrina reivindica al no bien recordado gobierno de Velasco Alvarado, así como las nacionalizaciones de las industrias. Suponemos que el Marqués conoce estos antecedentes...

jueves, junio 09, 2011

ROCK, LEYENDAS Y RECUERDOS: Vida de Keith Richards


¿Qué más se puede decir de Keith Richards? Es uno de esas personas que han estado presente en la escena durante más de medio siglo. Miles de páginas se han escrito sobre su vida, sus excesos, su música, su permanencia en una banda (¿hay que decir que son los Rolling Stones?) de cuyos integrante se dice con sorna que son los “abuelos” del Rock: una especie de descalificación, porque el rockanroll es energía, juventud, rebeldía, inconformismo... cualidades que generalmente no atribuimos a un septuagenario...

De Richards además abundan leyendas, algunas de vieja data, pero otras de reciente aparición, como la que se encaramó (con sus casi setenta años) a un cocotero cayó de cabeza, parecía que iba a morir... pero el viejo gato de nueve vidas sobrevive y sigue dando conciertos... o esa que mezcló las cenizas de su padre con cocaína y las aspiró (hay algo de cierto… como en toda leyenda)... Hay una que cuando la recuerdo me desternillo de la risa: Periódicas transfusiones de sangre que se practica en Suiza para limpiar el cuerpo de las drogas consumidas y poder continuar como si nada.

Sus excesos no son un secreto, algunos están registrados en cámara: en internet se puede ver el documental “Cocksucker Blues”. Allí hay bastante para comentar... Pero tampoco es que el guitarrista haya negado su pasado... ha sido bastante explícito y abierto con lo que efectivamente ha sido de su vida... También ha querido aclarar todo aquello que es falso, con resultados escasos, porque la leyenda se impone.

Para mayor abundancia, Richards publicó una autobiografía.

“Life” (o “Vida”) va dando cuenta de muchos de los elementos que queremos conocer Richards, como artista y como ser humano: Su infancia, sus influencias musicales, sus primeros pasos en la música, cómo fue conociendo cada uno de los miembros, especialmente a Mick Jagger, con quien ha construido una relación profesional y artistica que, pese a parecer un matrimonio bien avenido, parece más un “matrimonio por conveniencia”. Y a decir del mismo Richards, el desencuentro comenzó hace 40 años porque... Jagger se acostó con la esposa de Richards, (la hermosa y sensual Anita Pallenberg) en la casa de estos, en el fragor de la producción de las canciones que luego integrarían “Exile on Main Street”. Es bueno aclarar que Anita era la mujer de Brian Jones (fundador de los Rolling Stones, expulsado luego por “problemas con drogas” y muerto prematuramente a los 27 años) a quien se la arrebató. Richards (¿por venganza?) se acostó con Marianne Faithfull, quien era mujer de Jagger.

La relación con Brian Jones fue una etapa difícil. Por lo que cuenta Richards, era un hombre acomplejado, que se creía (con razón o sin ella) el líder de los Stones y así lo hacía ver frente a productores, disqueras. Era de carácter difícil y problemático. Jones era talentoso, tocaba una variedad de instrumentos…pero el dúo compositor Jagger/Richards se convirtió en parte importante de la esencia del grupo... Además que los problemas de Jones con la justicia relacionados con la droga casi hace que los Stones desaparecieran... (Aunque los propios desmanes de Richards también colocaron en situación terminal a la banda).

Un hecho curioso: la mayoría la las canciones realmente reconocibles de los Stones son aquellas en las que Brian era aún parte de la banda

Richards nos cuenta mucho sobre el proceso creativo, sobre la búsqueda de un sonido propio, los músicos que lo marcaron. Sus adicciones y su lucha para librarse de las drogas… Su relación con Mick, que en apariencia cordial, pero llena de desencuentros. Los motes de “Brenda” y “Her Majestic” que Richards le endilga a Jagger, no son precisamente de cariño.

El libro es capaz de arrancar unas cuantas carcajadas, pero también es muy humano, especialmente en los temas personales de Richards. No pretende ser una apología, ni quiere pedir disculpas por nada… Simplemente quiere contar su vida como la recuerda.

La Carta desgraciada

  Esa carta desgraciada Pu ño y letra De mi amada Gualberto Ibarreto El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, decide ausent...