sábado, julio 15, 2023

El misterio del puñetazo

 Cuando por comienzos de los años 80, leía frenéticamente las novelas y cuentos de escritores latinoamericanos, especialmente aquellos que integraban el famoso “Boom” (Vargas Llosa, García Márquez, Fuentes, Donoso, Cortázar), fue mi padre quien por primera vez me comentó aquel incidente, más digno de los “culebrones” de la televisión de nuestros países:

- Vargas Llosa le dio una trompada a García Márquez en un cine en México.

La historia me parecía más ficción que las invenciones literarias de cualquiera de las novelas de estos escritores: ¿Por qué dos intelectuales de renombre internacional usarían la fuerza para dirimir diferencias? ¿Qué última razón podía justificar que los dos más grandes representantes del “Boom” no tuvieran más remedio que acudir a los golpes en lugar de un debate de ideas?

Mi padre al ver mi duda me afirmó que la historia era cierta. Y yo le creía, mi padre leía mucho, pero sobre todo leía la prensa seria y estaba siempre muy enterado de acontecimientos nacionales e internacionales. Ante mi mirada de asombro, me dijo con un gesto de incredulidad: “Lo que se comenta es que fue por razones políticas”. Y claro, ni mi padre ni yo podíamos dar crédito a esa justificación tan simplona. Que dos politicastros se den sus guantazos en acaloradas discusiones en una Asamblea es una cosa… Pero dos futuros Nobel de Literatura los hicieran para defender posiciones políticas, parecía desquiciado.

Mucho se especulaba sobre lo que pudo haber ocurrido. Por supuesto, la conjetura que tenía más lógica era que solo una mujer podía desatar un demonio tan primitivo. Y hasta en su momento se hablaba de que había pasado algo con “Patricia”, la esposa de Vargas Llosa. Desde mi perspectiva, eso también carecía de sentido: Si Vargas Llosa la da una trompada a su colega, para saldar una afrenta que García Márquez infligió a Patricia… ¿No es en cierta manera una forma de humillarla, dando al público un tema para habladurías? ¿Cuán grave podía ser lo que habría hecho el escritor colombiano?, ¿Tiene sentido esa “hipótesis”?

(Recuerdo que tenía curiosidad por leer un libro de Vargas Llosa que se llamaba “García Márquez: Historia de un Deicidio”. Por mucho que lo buscaba en cuanta librería entraba, era un ejemplar desconocido. Y en algún momento alguien llegó a comentarme: “Vargas Llosa no permitió que ese libro se publicara más”. Aunque alguna vez años después y por casualidad llegué a conseguirlo en una venta de libros usados, aunque la condición física no era muy buena, lo atesoraba como una rareza, pero su lectura no era tan fluida: era a fin de cuentas una Tesis de Doctorado que presentó su autor en una universidad en España. Curiosamente, era una edición de “Monte Ávila”, cuando esta editorial tenía, a pesar de ser una camarilla, relevancia regional)

Por alguna razón tácita entre ambos escritores, la historia de esa trompada en México quedó fuera del alcance del público. Y como muchos otros temas históricos de difícil comprensión, a veces la literatura puede aportar cierta aproximación al tema. Y es lo que Jaime Bayly hizo con su novela “Los Genios”.

Es importante tener presente (y apenas se abre la novela se enfatiza en un corto “disclaimer”), que la obra de Bayly “no es un texto histórico ni una investigación periodística” y agrega: “Es una novela, una obra de ficción, que entremezcla hechos reales. Históricos, con unos hechos ficticios que provienen de la inventiva del autor”. Creo que tal “Disclaimer” es superfluo: Creo que ni Vargas Llosa ni García Márquez dijeron algo similar en “La Guerra del Fin del Mundo” o en “El General en su Laberinto”, aunque supongo que, si esa coletilla fue agregada, algún temor habría. Por supuesto hay unas cuantas "licencias" que se toma el autor, pero mucho de lo que narra se basa en documentos que se les puede hacer seguimiento.

Pero Bayly le ha tomado el pulso a ese conflicto que, en cierta manera, dividió la intelectualidad de nuestra pequeña región y que hizo tomar partido sobre un tema que en esencia parecía intrascendental: ¿A favor o en contra del (dictador) Fidel Castro? y ¿Cómo te atreves a meterte con mi mujer?

Desde casi el principio de la novela, se nota que Bayly siente más empatía y hasta admiración por García Márquez quien casi con estoicismo se resiste a traicionar a un amigo, y a su mujer, y cuya única debilidad es sentir un fuerte apego por el Dictador Castro, frente a un Vargas Llosa ególatra, vanidoso, egoísta y braguetero. Y nos los advierte en uno de los epígrafes al comienzo de la novela, cuando cita al autor colombiano: “He escrito cinco libros tratando de descifrar cómo soy yo, quién soy. Y todavía no lo tengo claro. Pero hay algo que sí sé: soy el mejor amigo de sus amigos, y ese primer puesto no me lo dejo quitar de nadie.” (Énfasis mío)



La novela comienza con el puñetazo que Vargas Llosa le propina a García Márquez y nos va llevando por el nacimiento de la amistad entre los genios, que empezó de manera epistolar, siguió con un encuentro en Caracas y se cimentó cuando eran vecinos en Barcelona. Reconstruyendo sus vidas y de los personajes que casi todos eran también artistas geniales (Neruda, Picasso entre otros), pero sobre todo uno que sin ser genial y sin ser un artista, fue quien más marcó la vida de Don Mario: su padre. Un hombre por quien Mario siente un enorme y justificado odio, que ya lo había descrito con bastante detalle en su novela “La Tía Julia y el Escribidor”; un tipo sádico, que abusaba físicamente del hijo y de su madre con palizas desmedidas, y quien obligó a su hijo a estudiar en la academia militar: un castigo que yo tampoco perdonaría. 

Y la razón de la pelea: Obviamente una mujer. La misma que Don Mario ha abandonado no una sino varias veces (la última para unirse con la mujer que representa todo lo que critica en su ensayo “La civilización del Espectáculo”). Una pelea que no tiene nada de civilizada, sino que es simplemente la reivindicación misma del machismo: Mi mujer es mía.

Es un libro de chismes y de intrigas. Eso sí, bien narradas.

Jesus Lopez Cegarra

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