sábado, febrero 11, 2023

Pedro Paramo: Juan Rulfo (1917-1986)

 


Una búsqueda superficial de la novela de Juan Rulfo en Google puede arrojar información de cómo es (o era) una lectura obligatoria en la escuela secundaria. Sin embargo, tal referencia, lejos de hacer justicia a una obra monumental de la literatura universal, la rebaja a la errónea enseñanza de las grandes obras de la humanidad: imposición y evaluación, sin entrar a despertar el interés de las jóvenes mentes en los libros que son capaces de hacer vivir otras vidas y entrar en experiencias capaces de transformarnos.

Mi acercamiento a esta novela vino de la imposición del sistema educativo: había que leerla digerirla y responder preguntas caprichosas del profesor de turno, preguntas como ¿Enumere personajes de la novela? O alguna trivialización semejante.

Cuando leí por primera vez Pedro Paramo, lo hice como afrontando un problema de álgebra, pero en el sentido equivocado: con estrés. Obviamente fui incapaz de entender las sutilezas y cambios que la novela ofrece. Son inesperados porque requieren la participación del lector, entrar en el juego que el autor ha preparado para un viaje profundo del universo Rulfiano.

Por curiosidad, tiempo después releí la novela: de allí salí maravillado ¿Cómo no me había percatado del mundo fantástico que Rulfo despliega? Y me hice la pregunta esencial que lleva a la lectura comprometida de esta obra ¿Quién está realmente vivo?

El mundo de Pedro Páramo es un mundo de fantasmas. Pero no en el sentido de apariciones que buscan espantar a los vivos o entes que salieron del mundo de los mortales para recriminar a los que quedan allí. Los “muertos” en la novela forman parte del mundo corriente y los vivos (o los muertos) no les extraña que merodeen o interactúen con los muertos (o los vivos). En algún momento pueden hablar y relacionarse con otro, y más tarde otro personaje aclarar que “Debe estar penando todavía”. Es el Realismo Mágico de la literatura latinoamericana: Una realidad que para cualquiera ajeno a nuestro entorno encontraría fantástico, pero que nosotros es (o era) cotidiano. 

Pero igualmente la novela nos enseña las realidades de la América Hispana: Los hombres poderosos y sus abusos, las intrigas del poder, las “revoluciones” fallidas, las tiranías, los pueblos resignados y olvidados, pero en el caso de Pedro Páramo, su control casi absoluto del destino de un pueblo, pero contradictoriamente el amor de la mujer que ama le es esquivo y por tanto está condenado a la soledad.

Pedro Páramo es un libro capaz de resistir múltiples lecturas y siempre sorprenderá cada vez que nos adentremos en ese mundo tangible y a la vez fantasmagórico.


Jesus Lopez Cegarra


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