En la prensa nacional e
internacional se comenta que sectores del gobierno y la oposición se han
reunido en República Dominicana para buscar algún tipo de solución a la crisis
total que vive Venezuela. Las reacciones han sido de distinta naturaleza.
Algunos de quienes adversan al chavismo ven con desconfianza este acercamiento,
porque suena a concesión, a traición para preservar cuotas de poder. Algunos
medios chavistas han divulgado la noticia, lo que para los adversarios del
chavismo es interpretado como una estrategia del gobierno para dividir a la
oposición y ganar tiempo en esta hora menguada de Nicolás Maduro y su gobierno.
El Secretario de la MUD ha salido
al paso y dice que hay una serie de puntos importantes sobre los cuales la
oposición será inflexible en cualquier negociación y el Revocatorio es el
primero de ellos. Lo que también circula en las noticias es que se trata de que
varios ex presidentes de distintos países están buscando facilitar una futura
negociación. Al parecer, cada parte en conflicto ha ido a exponerles sus puntos
de vista a estos facilitadores.
Es entendible la preocupación. En
el pasado, los acercamientos al diálogo son “buscados” por el gobierno cuando
tienen el agua al cuello. Probablemente quieran la división de la oposición
para pasar este “año horrible” y sobrevivir políticamente ante el gran
descontento social. Que ganado un tiempo extra, ocurra el milagro para que los
precios del petróleo suban a más de $100 por barril, escenario que no se ve muy
probable.
La situación del país es
complicada y no hace falta describirla porque cada quien la conoce. No luce
sensata la posición del gobierno de sobrevivir a toda costa, porque no se están
tomando los correctivos que más adelante pueda revertir los efectos de tres
lustros de errores económicos que pasaban por debajo de la mesa solo porque el
barril de petróleo se vendía caro. Solo se han tomado algunas decisiones
tímidas que no van a lograr gran cosa.
De este primer acercamiento no se
lograra mucho, porque los “representantes” del gobierno no se les ven
cualidades de negociadores competentes. Son más bien expertos en el insulto procaz
y los latiguillos revolucionarios. Ojalá puedan dar una sorpresa, porque yo los
veo más blandiendo el fulano “Plan de la Patria” como lo han hecho en otros
encuentros con distintos sectores.
Lo que sí me queda claro es algo. De ambos lados hablan de que hay que poner muertos para que las cosas se comiencen a solucionar. Muertos ha habido y por montones. ¿Necesitamos más?
Jesús López Cegarra