domingo, noviembre 03, 2013

La Odisea del Hombre


Cuando era adolescente, vi la película “2010: El año que hicimos contacto” y algo en mí no volvió a ser igual. De repente tenía ante mí miles de preguntas sobre el origen de la vida, del universo, sobre la posibilidad de vidas en otros mundos; preguntas que aún no me abandonan. Sin embargo, para aproximarme a sus respuestas prefería (y prefiero) hacerlo desde una perspectiva científica, que aunque más lenta para llegar a conclusiones (siempre se requiere metodología precisa para avalar la información), nos da una mejor certeza que las especulaciones sobre avistamientos y contactos con seres extraterrestres que en ocasiones tienen más resonancia, a pesar de que no se tenga una evidencia cierta.

Hoy en día, es mucho más fácil encontrar información de ambos tipos (una simple mirada al internet ya proporciona bastante), pero para un adolescente en los años 80 del siglo pasado, la búsqueda de conocimiento era mucho más complicado: todo debía buscarse en libros impresos, y la regla era la dificultad para el acceso. Sin embargo, con cierta tenacidad logré encontrar primero el libro de Arthur C. Clarke “2001: Una Odisea Espacial” y la luego rentar la película de Stanley Kubrick basada en esa obra.

 2001: Una Odisea Espacial” es una obra de “ciencia-ficción”. en su contenido varias cosas que son importantes de destacar. Clarke primero recrea las condiciones de vida de aquel ser humanoide primitivo casi desvalido, con enemigos por doquier, cuya debilidad física se ve compensada con una mayor capacidad de razonamiento. Poco a poco va descubriendo cómo fabricar herramientas, que le permiten una mejor protección frente a las condiciones hostiles externas, lo que con el transcurso del tiempo lo convierte en el ser que somos hoy. La novela da luego un salto a los años 1999-2001 donde ya estamos un poco más lejos en la conquista del espacio, con bases lunares y marte, y la posibilidad de explorar, con seres humanos los “planetas jovianos”.

En este “futuro” de conquista espacial, la humanidad sigue enfrentando sucesos que cuestionan sus conocimientos y plantean nuevos retos que desafían lo desafían y obligan a buscar respuestas.

En este contexto la presencia del Dr. Heywood Floyd, una autoridad científica respetada por todos, se requiere de urgencia en la luna. La jerarquía y apremio de Floyd no pasan desapercibido por los medios de comunicación y autoridades soviéticas (sí, en el 2001 de Clarke aun existe la URSS). Hay especulaciones sobre una posible epidemia… pero la realidad es que se ha descubierto evidencia cierta e incuestionable de vida inteligente y con avanzada capacidad tecnológica distinta a la nuestra… y esa evidencia data, según los cálculos efectuados, más de 3 millones de años.

Se trata de un artefacto enterrado en la luna, emitiendo un campo magnético que no podía ser pasado por alto por nuestra civilización, que ya ha alcanzado cierta madurez tecnológica. Pero apenas el artefacto entra en contacto con la luz solar, emite una señal al espacio exterior. Algún tipo de alarma se había activado, informando que alguien en el universo ya está preparado para la exploración espacial.

Una misión espacial es enviada a “explorar” Saturno, a bordo de la nave “Discovery”. La nave tiene varios pasajeros a bordo, pero solo dos están conscientes: David Bowman y Frank Poole y una supercomputadora llamada
HAL.

HAL es lo que hoy día llamamos “Inteligencia Artificial”, un mecanismo tan complejo que no solamente es capaz de dirigir eficientemente la nave hacia el destino planeado, sino que también interactúa con los astronautas como si fuera “uno más” y no como una simple máquina que actúa conforme a las instrucciones que el propio ser humano le dio.

Surge un primer conflicto. Existen dos misiones en la exploración que lleva adelante “Discovery”. HAL conoce de ambas, pero en la tripulación algunos tienen una misión concreta (la exploración científica de los planetas jovianos), mientras que otros tienen una misión más concreta y que a fin de cuentas, es la que justifica la inversión económica que se ha hecho: encontrar el “enlace” con esa inteligencia extraterrestre que ya millones de años antes había colocado en el espacio dispositivos para ir descubriendo el desarrollo tecnológico en el universo.

Lo que no era posible anticipar era que HAL comenzara a tomar sus propias decisiones. Se le había programado para ejecutar dos misiones, una con mayor jerarquía que la otra. Ante distintas disyuntivas y posibilidad de que la misión principal no se ejecutara, buscó alcanzar a toda costa ese objetivo. Las decisiones asumidas implicaban eliminar cualquier obstáculo en la misión… Incluyendo seres humanos.

Un solo hombre sobrevivió a las frías e inexorables decisiones de HAL, el astronauta David Bowman. A pesar de las dificultades y obstáculos que imponía HAL (en control de los accesos internos y externos), logra finalmente desactivarla.

Logrado esto Bowman se comunica con la tierra, y es el Dr. Floyd quien le da detallada cuenta de los “por qué”. Además se informa que su rescate era un cometido que tomaría mucho tiempo, tomando en cuenta que los recursos con que contaba habían sido destruidos por HAL.

Pero Bowman no está allí por casualidad.  Fue seleccionado allí por cualidades intelectuales y personales que lo califican para la misión de la que forma parte (la fingida y la verdadera). Lo último que sabemos de él es que decide ir a al encuentro de ese “lugar lleno de estrellas”… que cambiará el destino de la humanidad.

viernes, agosto 30, 2013

Sobre el lenguaje y los géneros

El poder puede ser un factor perturbador para quienes no tienen la integridad moral y espiritual para su ejercicio. Cuando seres empequeñecidos por sus carencias intelectuales, afectivas, económicas acceden a él, tienden a perder contacto con la realidad, enajenados en sus propias cegueras, creyendo que su voluntad es suficiente para que simples deseos se cumplan fielmente.

Cuando en 1999 un catastrófico fenómeno natural destruía parte del litoral central cercano a Caracas, y miles de personas perdían sus vidas y bienes materiales, el entonces presidente Chávez, lejos de actuar con sensatez y ordenar que se suspendieran las elecciones convocadas para votar un referéndum para aprobar la nueva constitución que proponía, repitió una infeliz frase de Simón Bolívar: "Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca" , como si pronunciando esas palabras podía obrar contra los designios de la terca naturaleza. Es redundante relatar con detalle lo que ocurrió: Agua, tierra y rocas casi hacen desaparecer todo lo que allí había.

Bastaba una decisión sensata para reducir la tragedia: Suspender el acto electoral, declarar estado de emergencia en la zona y activar los organismos competentes para ayudar a quienes se encontraban en tan difícil situación. Sin embargo, ¿qué hizo el entonces presidente?, pues continuar con sus planes. Su insensato proceder mostró un desprecio hacia los seres humanos que estaban por perderlo todo. Vidas que pudieron salvarse solo con un oportuno llamado, se perdieron... Ahhh!!!!, Los planes de uno solo ser eran más valiosos que el bienestar de miles. Chávez, o bien pensó que su sola palabra era suficiente para doblegar a la naturaleza, o su profundo egoísmo guió sus actos.

Hoy en día, el heredero impuesto por Chávez sigue el camino de insensatez y destrucción trazado. Esa destrucción incluye el idioma. No basta con la vulgaridad y chabacanería que se han impuesto como moneda de curso legal desde 1998 por predecesor, sino que ahora cualquier insensatez reñida con las normas universalmente aceptadas por quienes somos hispanohablante deben ser cambiadas y “respetadas” para ajustarse a los designios del Júpiter tropical. Lo peor es que esas nuevas reglas no son objeto de un plan para liberarnos con nuevas formas y convenciones para que sustituyan la lengua el impuesta por nuestros antiguos colonos, sino que obedecen a la más ramplona ignorancia. Vemos que el señor Maduro habla de "millones y millonas" ...y ante la estupefacción y risa del mundo, lejos de corregir error... Pues le pide a la Real Academia de la Lengua que acepte su dislate. Lo peor es que la Corte bufona que le aplaude cualquier tontería, van por ahí repitiendo el desatino.

Una de sus cercanas colaboradoras en el gabinete ministerial hablaba hace unos días de los "atletas y atletos"...y su jefe no solo optó por defenderla, sino que buscó transformar el garrafal error en una batalla más en la lucha de clases... Es decir, que quienes ven con justificada sorpresa la tontería de la ministra... Son los mismos que siempre han despreciado al "pueblo". No hubo reprimendas ni correcciones por parte del jefe a su subalterna.. A la final es mejor defender la ignorancia de los suyos y que la propia pase algo más inadvertida. Cuesta creer que estos encumbrados, en lugar de luchar por la liberación del pueblo que dicen defender, de la peor cadena que puede atar al ser humano (la ignorancia) dejan el mensaje de que está bien ser ignorante, que aprender no vale nada: lo importante es salir impune. ¿No fue Bolívar, quien dijo "Moral y luces son nuestras primeras necesidades"? Vamos señor Maduro, sea consecuente con el pensamiento que supuestamente inspiró esta llamada revolución.

jueves, enero 10, 2013

Cine y Literatura: Cuando las versiones no coinciden

Cuando una obra escrita (una novela, un cuento) es llevada al cine, siempre habrá discusiones sobre si el director pudo captar la esencia de la obra impresa. No es extraño que en ciertos casos, el director se tome algunas libertades generadas de su propia interpretación de la obra o para su adecuación a un formato distinto.

La obra escrita y la cinematográfica son formas de expresión diferentes. Cada una con ventajas y limitaciones. En un libro, el autor puede extenderse en describir situaciones, detalles, lo que piensan los personajes, paisajes, ambientes…. No obstante cuenta con alguna restricciones, porque no puede utilizar el sonido y las imágenes. Hay que entender que la vista es un sentido esencial para entender lo que nos rodea. El cine, por el contrario, sí cuenta con imágenes y sonido, pero es casi imposible en fijarse de manera pormenorizada en detalles, porque el tiempo del espectador es limitado: no lo podemos retener por mucho tiempo. (Hace poco escuchaba un reportaje en la BBC, en el que se discutía como últimamente el tiempo de duración de las películas se estaba prolongando cada vez más.

Una de las explicaciones que sugirió es que con las nuevas imágenes digitales más realistas, se usa mucho de ese material en la producción). No todos los libros buenos son llevados al cine. Algunos adefesios literarios generan un engendro cinematográfico. Un solo ejemplo es más que ilustrativo: “El Código Da Vinci”. No vale la pena entrar en mayores detalles. Hay excelentes obras literarias con buenas, regulares y malas contrapartidas en el cine. Hay experimentos interesantes, como “Romeo+Julieta” de Baz Luhrmann. O versiones cinematográficas bastante fieles, como la trilogía de “El señor de los Anillos” de Peter Jackson, a pesar de ciertas licencias que el director se tomó, seguramente para ganar tiempo, pues las películas son ya de por sí bastante extensas. Por supuesto cualquier lista sobre este tema será incompleta y en algunos casos injusta.

Por los momentos haré referencia a una gran novela, “El largo adiós”, de Raymond Chandler y la versión al cine de un gran director, Robert Altman. Sobre la novela de Chandler son los elogios los que sobran. “El Largo adiós” es sin duda su obra más lograda y donde queda mejor definido su gran personaje: el detective privado Phillip Marlowe. Un personaje sarcástico, amargado y con un código moral propio sobre al que se apega estrictamente. La película de Altman, aunque lleva el mismo título y el personaje principal se llama igual, los hechos narrados apenas evocan lo que realmente se desarrolla en la novela de Chandler.

No entro en mayores detalles para no desalentar a quien se quiera apreciarlas a ambas, pero llamo la atención sobre un detalle: En el libro hay (al menos… el lector entenderá el por qué hay varias muertes y suicidios. Pero en el suicidio de Roger Wade (el escritor), Altman dedidió cambiar un disparo por arma de fuego, por un chapuzón en el mar que le ocasionó la muerte… Lo peor es que esa muerte mediante un arma de fuego es una pieza importante para entender ciertos comportamientos y hechos esenciales de la trama de la novela. Pero este no es el único punto en el que Altman alteró los hechos en la novela. ¿Por qué Altman decide hacer unos cambios tan radicales? Pareciera que Altman dirigió una versión que le contaron sobre la novela, sin haberse tomado la molestia de leerla. Apenas hay cierta relación, muy vaga, entre ambas historias, pero la complejidad de la narración de Chandler. Como película tampoco fue de mi agrado. El Marlowe de Altman es una caricatura de su contraparte literaria. A veces pienso que quienes producen el cine en Estados Unidos (al menos el cine comercial) evitan algunos temas para no herir cierta “sensibilidad” en el público que pudiera tener consecuencias en la taquilla. Parecen preferir que en cualquier historia que se cuente, cierto sentido de “justicia” prevalezca, y que el “bien” triunfe sobre el “mal”. La historia de Chandler no ofrece mayores opciones para un final feliz. El caso de “El largo adiós” de Altman podría ser un ejemplo de esa hipótesis.

La Carta desgraciada

  Esa carta desgraciada Pu ño y letra De mi amada Gualberto Ibarreto El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, decide ausent...