sábado, junio 30, 2012

Los Tres Mosqueteros, Una nueva lectura

¿Cuántos años desde que leí por primera vez “Los Tres Mosqueteros”?... Quince, veinte años… entonces era un joven adulto buscando nuevas lecturas que saciaran mi vida y mi apetito por la literatura. Tuve la suerte de encontrar este libro luego de ver por televisión (Sí, en la mediocre televisión venezolana con tan solo dos opciones) una versión llevada al cine de la obra de Dumas. 

De todos los actores que interpretaron los personajes de Dumas, tres de ellos quedaron grabados en mi mente, Richard York y Faye Dunaway quedaron en mi mente (más Dunaway, con su belleza hipnótica), pero las actuaciones, la fuerza de las interpretaciones llegaron al fondo de mi ser . Hoy en día parece fácil obtener cualquier obra literaria (incluyendo aquellas en el dominio público), pero en aquel entonces, conseguir libros trascendentes, como el de Dumas, era algo extraordinario. 

La edición que me apañé, si mal no recuerdo, era de la biblioteca de unos amigos, que además tenían las obras completas de Knut Hansum (incluso hoy sus libros son una rareza, lástima que entonces no supe la grandeza de este autor). Creo que las 400 páginas me las devoré en menos de una semana… ¡Ah!, qué placer aquella lectura, la novela de aventura ideal. Además, los personajes tenían caras ya plantadas en mi imaginación. Cada escena tenía una correspondencia en algo ya vivido y disfrutado. Esa novela, en adelante, sería la cima del placer que un texto puede causar en una persona. 

Pero a pesar de ello, el tiempo nos fue separando. En conversaciones, podía citar algunos de los episodios (vistos y leídos) de la novela… En los años 90 del siglo XX, hubo una nueva versión cinematográfica de esta obra, acompañada de una fuerte promoción apalancada en una canción interpretada por “Sting”… La nueva versión realmente era mediocre, un producto comercial, y cada uno de los personajes no era más que una caricatura desdibujada de sus contrapartes originales…, la interpretaciones de los personajes ejecutadas por Charlie Sheen, Chris O´Donell, Kiefer Sutherland, Oliver Platt y Tim Curry, especialmente este último, quien interpretó a un Richelieu invadido por una fuerte satiriasis, lejos del “Hombre de Estado” que a su pesar, Dumas dibujó. 

La interpretaciones de estos mozos son para guardar en el más gris olvido…Fue una completa decepción… A tal punto que desde entonces perdí todo respeto por el cantante, a pesar de que “The Police” era de mis grupos de Rock favoritos, y por ello le tenía cierta consideración. Pero rencontrarme de nuevo con esta gran novela de Dumas, tiene la emotividad de ver de nuevo a un amado amigo, luego de años sin verlo, de esos grandes amigos con quienes teníamos gran afinidad y que el tiempo no logró borrar las huellas del aprecio mutuo… Incluso viendo que con el tiempo, esos personajes, que en mi imaginación adolescente idealicé como modelos de justicia (visión inmadura del bien y el mal) pude verlos ahora llenos de defectos, pero no por eso, menos llenos de energía vital y dignos de mi más completo aprecio. ¿Dentro de 20 años, podré leer de nuevo esta novela y lanzar nuevas loas a esta gran creación de la mente humana? Espero que sí. Por lo pronto sólo puedo reiterar mi respeto por ese gran autor que fue Alejandro Dumas.

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